Saco la cabeza del termo para decir que ya voy a leer los blogs, que en algún momento abriré el Facebook y así podré enterarme que el resto del mundo sí tiene una vida (oh, esha la sufridita).
Estoy un poquito saturada. Un poquito.
El jardincito es hermoso para la socialización del niño, el Chino va feliz, pero por desgracia vuelve cargado de virus de todos los colores.
Y cae enfermo. Y atrás el broncoespasmo.
Y contagia a la hermana, y por suerte ella también termina broncoespásmica. Porque los genes son así de simpáticos.
Y contagia a la señora que los cuida mientras yo intento trabajar, o pintarme una uña. Y la señora no viene una semana. Y yo me quiero cortar las venas con una galletita de agua.
Y en el medio me agarra tendinitis en el tobillo. Y quedo renga, y me es imposible hacer reposo. Y el día que duerme bien Rosita yo no pego un ojo del dolor.
Y hago sesiones de kinesiología al divino pedo, porque el tobillo se hincha cada noche. Y la kinesióloga respiratoria de Rosita me dice, mientras Rosita aúlla como si a estuvieran desollando, que mínimo me tengo que poner hielo tres veces al día. Y yo pienso cuándo catzo tengo tres momentos en los que puedo estar con las patas levantadas quince minutos. Y el hielo sale una vez por día, y gracias.
Y Rosita tose, y el Chino moquea, y acá nos hicimos devotos de San Ventolín, patrono de los pulmones liberados. Y de la Virgen Desatamocos. Y de la kinesióloga, que es una santa.
Y también trabajo, cuando puedo. Y me hacen ir a reuniones en el culo del planeta para decirme una pelotudez que podrían mandarme perfectamente por mail. y tengo que dejar a los pibes con mi hermano, que tiene la pedagogía de un chimpancé, porque la señora que los cuida está enferma.
Y mi mamá me dice que estoy más flaca.
Debo estar por fallecer.
Y que me cuide.
Y me duele todo.
Y el endocrinólogo me confirma que mi tiroides bien, que eso de estar quedándome pelada, que me duela hasta el apellido y que no tenga ni fuerzas para levantarme a la mañana debe ser stress.
Y concubino me dice que seguro tengo cáncer.
Y nos reimos.
Porque somos así. Tan chistosos.
Y escribo esto con la culpa de no haber pasado por ningún blog, de haberme pasado la colecta de la escuelita, porque no leo ni los mails, de no hablar con mis amigos ni por chat. De olvidarme de la mitad de las cosas. De no poder entablar una conversación más o menos coherente con nadie porque no dormí, porque estoy pensando en otra cosa.
Porque vivo en un termo.Del que saco la nariz cinco minutos, antes de ir a llevar al Chino al jardín. Y lleno este blog de lamentos. Y puteadas.
Ustedes perdonen.
Llego tarde al jardín.
Saludos a todos.