07.10.11

tengo que decir algo. porque en momentos como éste las palabras se quedan mudas, y es cuando más las necesito.
no sé si es que la vida se propone mostrarnos, de manera cruel, que la oscuridad es el perfecto reverso de lo luminoso, que se contienen, que no pueden vivir la una sin el otro...

no.
"la vida" no nos muestra. las cosas son, pasan, y dejan de pasar. y nosotros, que no entedemos nada, le ponemos nombres rebuscados, ampulosos, profundos, inútiles.
inútiles, por sobre todo. 

porque a eso que pasa no podemos hacer más que recibirlo, con los puños apretados y una puteada entre los dientes. y no importa cómo carajo le digamos: dios, destino, mala suerte. no sirve para nada.

anteayer festejábamos la vida. 
ayer acompañamos a dos amigos al funeral de su hijito. 
no hay palabras. no existen. 
y en momentos como éste es cuando uno más las necesita.

3 comentarios:

  1. nunca vas a encontrar la palabra para tamaño doñor, he injusticia....cuando a alguien se le muere un hijo, por la razon que fuere, siempre es una injusticia!

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  2. venía a contarte lo profundo que me emocionó el post que está acá abajo. Me encontré con este. Con un nudo en la garganta que parece en todo el cuerpo recuerdo una frase de un gran libro.

    "dicen que el dolor destruye el lenguaje. sólo puede ser un grito, un gemido, una voz desarticulada. hablan del dolor quienes no lo sienten. poseen el lenguaje del dolor quienes describen el dolor ajeno. el dolor verdadero no tiene palabras"

    Carlos Fuentes, Los años con Laura Díaz

    abrazo fuerte.

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  3. No hay palabras, ni remedio, ni consuelo.

    Te abrazo

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Piiiiiiiip