Es una declaración fácil de hacer y difícil de realizar. Aunque la digamos con convencimiento, porque el que tenemos enfrente necesita tranquilidad y sabemos que las cosas van a estar bien.
No estoy preocupada, o intento no estarlo, básicamente no pensando en el temita hasta tener una respuesta científica en mis manos.
El temita es un soplo. Un soplo en el corazón de mi hijo. Un ruido que no debería estar, pero que es muy "normal" en los niños, y más en niños como el que camina sin parar por casa, al que se le da por crecer a lo loco.
El temita, en realidad, no es sólo su soplo. Es el mío. El que ya no existe porque lo remendaron, hace 21 años, cirugía a corazón abierto de por medio.
El temita es el miedo, porque ese soplo no parecía ser nada, y fue mucho. Fue una cicatriz que me cruza el pecho, por afuera, pero más que nada por adentro.
El temita es el dolor.
No te preocupes, me dicen, me repiten. Me llama el pediatra especialmente para repetir lo que me acaba de decir en persona: no te preocupes.
No, no me preocupo. Tengo miedo. Un poco.
Es mi carne que tiembla, porque sabe de doler.
Y es mi carne que camina sin parar por la casa, y no quiero que duela. Nunca.
Ay, ay, ay. Nada que escribir acá.
ResponderEliminarBesos, abrazos. Y el tiempo dirá...
Yo tampoco puedo decirte: no te preocupes!. Me encantaría, pero no sería realista porque mi hijo apenas tiene fiebre y yo ya estoy preocupadísima.....Tu historia encima te sigue como fantasma y no te ayuda en estos momentos y yo me siento tonta diciendote que mi hermano nació con un soplo en el corazón, y hoy esta bien...Fuerza..es lo único que sí puedo decirte y comprender tu miedo y preocupación...te acompaño.
ResponderEliminarAna
y si, lo que pase con un hijo, preocupa......nada! el tiempo dirà, cuidate mucho. besos enormes!
ResponderEliminarQué decir...
ResponderEliminarFuerza, amor, fe.
¡Gracias a todas por sus palabras! No les contesto de a una porque sólo repetiría eso: gracias.
ResponderEliminarYa volveré en unas semanas (después de ver al cardiólogo) a decirles que no era nada.
Mientras tanto es muy lindo sentir que aunque no me conozcan están ahí del otro lado.
Besos!
Me imagino lo difícil que debe ser, sobretodo con la cicatriz que llevás.
ResponderEliminarEstá bueno poder compartirlo para soltar un poco de peso y sentirte acompañada.
Abrazo grande!