Transito la época de empollamiento. Esa en la que me gustaría meterme en un tupper, junto a mi marido y a mi hijo, a esperar el día en el que seremos cuatro.
Por eso el silencio. Porque en estos días estoy diciendo poco, aunque no pare de hacer cosas.
Me siento en el piso a pintar durante toda una tarde, a reformar muebles con mapas viejos, aunque después no me pueda mover del dolor de espalda.
Trabajo, y al mismo tiempo busco ideas para el nuevo cuarto de los niños, para mi nueva oficina.
Y cambio todo de lugar, y reviso la ropa de recién nacido del Chino, y me sorprendo de lo chiquito que fue ése que ahora se para en la venta a gritar "holaaauto, chaaauto" y que se despierta y se va a dormir cantando.
Salgo a comprar cosas para poner en acto mis ideas, y llego con dos vestiditos que no estaban en los planes. Y me prometo no ceder más a la tentación. Y sé que no me voy a cumplir.
Y todo lo hago junto a ella, que se mueve sin parar, de día, de noche, de madrugada.
La veo "asomada" por debajo de mi piel, y la persigo con los dedos. Ella, tan inquieta como yo. Ella, que también espera el día, su día.
Y así andamos. En silencio. Esperando, mientras nos movemos... las dos, al mismo ritmo.
aHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH por dios que bella epocaaaa!!!!!!!Retene querida reteneeeeeee!!!Se respeta su silencio , su empollamiento, y se agradece el parte informativo.
ResponderEliminarOsculos miles ´pa las dos, y un afectuoso abrazo a los muchachos!
Que tierno tu post.. debe ser mágico eso de sentir la vida dentro de una..
ResponderEliminarPues disfrutá este tiempo de empollamiento, que prontito tendrás a la pollita dando vueltas por ahi :-)
beso
Ya falta poco!!!
ResponderEliminares una ternura este post :)
ResponderEliminarcalma, ya llega ;)
un beso
Georgi
www.somosfelicesblog.com.ar
qué bello y activo empollamiento. QUe sigas disfrutando la potencia del embarazo
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