casa tomada

No pasa cuando te mudás, porque estás demasiado cansado para sentirlo.
Tampoco cuando comprás un mueble nuevo, o cuando colgás las fotos digitales que imprimiste después de cuarenta millones de años.
Quizás vivas ahí desde hace mucho. Y hayas cambiado todo de lugar mil veces: porque te aburre, o hay algo que falta, o que sobra, o que inevitablemente te tragás con el dedo chiquito del pie cada vez que le pasás cerca.

No sé cuándo pasa. Puede ser una mañana cualquiera. Ese día, caminás por tu casa y la luz que entra por las ventanas te mira diferente.
Respirás hondo y sabés que podrías contestarle a cada ruido que viene de la calle, a los zapatos de taco de la vecina de arriba, al bebé de enfrente que todos los días duerme un poco más.
Y reconocés parte de tu vida susurrando en ciertos rincones, esos que mirás con cariño, como si se tratara de buenos amigos.

Ese día, que también puede ser un lunes, volvés del trabajo, abrís la puerta, y tu casa se convierte en otra cosa.
Yo le llamo hogar. Vos, decile como quieras.


----------------
Morkelik nos mostró la casa de Rubén, que como se ve, no es una casa. Y dio origen a este post.
(Así que cualquier reclamo se lo pueden dirigir a ella.) 


  

esas cosas que me dijo mi madre y que el tiempo se encargó de refutar

"El trabajo dignifica", o bien "el trabajo es una bendición"
O mi madre nunca laburó (lo que no es cierto) o me mintió para que dejara de ser un estropajo que se la pasaba tirado en un sillón mirando los programas de chimentos y comiéndole todo lo que había en la heladera.


"En este país, si no tenés una carrera universitaria te morís de hambre"
Después de calcinarte las pestañas, te recibís, y seguís siendo una empleada subcontratada a la que pagan dos pesos con cincuenta. Eso, si no sos el típico arquitecto que maneja un taxi.
Con el título en la mano, podés elegir comértelo (y no morir de hambre) o cortarte las venas.


"Tenés que ser una mujer independiente, no una ama de casa - como yo-"
Debería comunicarle a mi madre que una cosa no quita la otra. No soy una graan ama de casa pero la realidad dice que la mugre no desaparece sola, por más mujer independiente que seas.
También debería preguntarle si por "independiente" entiende ser esclavizada en algún tugurio laboral para ganar dos pesos con cincuenta (título en mano) o qué.




Por ahora eso. Ya vendrán post mejores (cosa que el tiempo se encargará de refutar)

16 días de activismo


Hoy, día internacional por la no violencia contra la mujer, comienzan los 16 días de activismo contra la violencia de género.


El gobierno nacional lanzó la campaña "Vivir sin violencia" a favor de la equidad de género y contra la violencia, con recursos, teléfonos últiles y un concurso en el que participaron escuelas, y personas particulares, enviando producciones gráficas, sonoras y audiovisuales.

La ONU, viene realizando una campaña denominada "Dí No - Únete" cuya embajadora mundial es Nicole Kidman, y en su página, además de información sobre el tema, brinda recursos para que los visitantes puedan empezar una acción, o unirse a una que ya se esté realizando.

En el mismo sentido, la internacional de trabajadores UNI, lanzó "Break the circle" con un video educativo y recursos para que cada cual pueda realizar proyecciones y debates sobre el tema en sus comunidades.  

Más allá de las diferencias, las tres campañas buscan la participación. 

Porque decir que el problema de la violencia de género es un problema de todos parece un lugar común. Sin embargo no está demás repetirlo, dado que  muchos aún creen que es un tema exclusivamente femenino, o que sólo sucede en ciertos estratos sociales, o que sólo pasa en algunas casas, a algunas personas...

Cada uno tendrá más o menos responsabilidad, pero todos podemos hacer algo.

jodida ¿yo?

No, no soy vegetariana.
Él dice que simplemente soy jodida.
Seguramente, pero no por este tema.

Vivo en el país de las vacas (flacas para la gran mayoría.)
Voy a los asados sin chistar y termino comiendo sanguchitos de lechuga.
No pretendo que cocinen para mí. Puedo entender que en estos lares el que no come carne sea catalogado de raro o jodido, o lo que quieran. Lo mismo pienso yo de la gente que no come dulce de leche. Pero no le ando preguntando el por qué. Si no le gusta, no le gusta.

Nunca me gustó la carne roja, cuando era chica he llegado a llorar frente a un bife. De asco.
Despues lloré de pena. Antes que nada está el gusto.
Tengo alma de gorda, no de activista de greenpeace.

La carne blanca la prefiero cada vez menos. Será que me aburrí de comer pollo en 5 millones de formas.

Me gustan los vegetales, los cereales, los huevos y los lácteos.
No, no soy vegetariana.

Tampoco soy "sana". Fumo, bebo y como dulces hasta el hartazgo.
No quiero evangelizar al mundo sobre la bondad del apio. Tampoco pretendo que entablemos una conversación filosófica sobre las toxinas de la carne, las proteínas de la lenteja y qué dice la nutricionista del noticiero sobre los antioxidantes del brócoli.
No me interesa.

No me gusta la carne. Y me siento bien comiendo lo que como.
Tan simple como eso.

Punto. 


hoy es tu día



A tod@s los que pasan por los blogs y sólo leen. Esos lectores que sabemos están ahí, pispeando las pavadas que decimos, pero no dicen nada al respecto (a veces es una bendición, es un gesto de benevolencia, porque nuestras pavadas sólo merecerían comentarios justicieros.)
En fin, a tod@s ell@s, y a mí, que también soy anónima muchos días en los que las palabras no salen
¡Feliz día!

fuck you... o choto, como más te guste

Me gusta este tema de Lily Allen... y me gusta mucho la versión que hicieron para Ciega a citas, cantado por Muriel Santa Ana,  la protagonista.

Me encanta ir por la vida cantando "choto, todos saben que sos choooooto"... ¡Es terriblemente liberador! 
(Y son temas especiales para los viernes, cuando lo único que querés es mandar todo al cuerno y empezar el fin de semana.)






Buy Nothing Day - BND







Desde Adbusters, se nos invita a participar del Buy Nothing Day (o Día de no comprar nada), una campaña internacional que pretende que durante 24 horas, nos abstengamos de ir a comprar, ver tele, prender la computadora, o hacer cualquier otra actividad que nos convierta en aquello que somos con más constancia: consumidores.

Y no sólo eso, proponen que cada cual realice eventos para difundir el día: cortar tarjetas de crédito en los shoppings, vestirse de zombies y deambular por algún paseo de compras, hacer una coreografía en grupo munidos de carritos vacíos en medio de un súper... o lo que a usted se le ocurra.


Es una campaña que me genera sentimientos encontrados. 
Me gustan las acciones globales... esa especie de comunidad imaginada que fomentan. Sentirse por un rato parte de algo grande.


Por otro lado, se debe consumir menos, o terminaremos consumidos. 

Pero ¿esto ayuda realmente a cambiar algo? ¿O el día 29 nos volvemos a trasnformar en los mismos cerditos capitalistas de siempre?

y yo, ¿qué tenía que hacer?

En mi colegio, una especie de servicio militar encubierto, a partir de quinto o sexto grado nos obligaban a llevar una agenda. 
Agenda que uno debía comprar en el colegio mismo (entre otros millones de objetos grises, horribles y decorados con el logo inmundicio de la institución).
Un libraco anillado de dos toneladas que no hacía más que aumentar el peso de una mochila imposible de cargar por un púber imberbe.

El objetivo era enseñarnos el orden, la organización personal.
A ser básicamente, personas eficientes y útiles a la sociedad.

Como otros tantos aprendizajes, ese te lo debo.
Mi agenda decía cualquier pavada. Estaba llena de dibujos, papeles, servilletas con las que se había limpiado las fauces el chico que me gustaba, boletos de colectivos capicúa.
Una verdadera porquería.

Yo siempre confié en mi memoria. Y me iba bastante bien.
Hasta que a la señorita se le ocurrió rebelarse. Y ahora, se hace la selectiva.
Hoy puedo recordar estupideces de toda laya (como la lista completa de 5to grado A), pero no me preguntes qué tenía que hacer en el día, porque no tengo la más mínima idea.

Por eso, ahora me compro agendas.
Agendas muy lindas, maleables, coquetas. Livianitas.
Agendas que lleno de pavadas: de papelitos con números telefónicos que después no recuerdo de quién son; de entradas de teatro; de garabatos que hago mientras hablo por teléfono.... de  ideas brillantes que nunca llevo a cabo (porque no son taaan brillantes).
En fin, agendas que son absolutamente inútiles.

Por suerte dejé de recolectar servilletas roñosas.
Algo es algo. ¿No?


el mundo se divide

entre los que  
sacan número en los negocios y mientras se van a hacer otra cosa
y los que no 


 

mejor no preguntes

¿Por qué será que las madres y/o abuelas, después de no verte por un tiempo, te saludan y acto seguido, in-de-fec-ti-ble-men-te te lanzan una pregunta retórica del grupo "dietético-gravitacional "?

Ejemplo.
Ayer, cena de amigos de la infancia en casa de los padres de uno de ellos.
Todos charlando animadamente. Aparece la Madre.
Saluda a todos. Se detiene en uno de los presentes.
Diálogo:
Madre: Hoooola X, ¡hace cuáaanto que no te veo!
X: Hola, madre, es verdad.
M: Estás taaan cambiado... estás más gordito, ¿no?

La frase contraria (estás más flac@) también aparece. Pero hay que decir que generalmente la visión de las madres-abuelas funciona por detección de excesos más que de faltas.

¿En qué parte del manual madre-tutora-encargada dice que una de sus funciones es indicarnos frente a todos los que quieran oirlo cuán excedidos de peso estamos?
¿Qué clase de fijación malsana tienen con la evolución de nuestra masa corporal?
¿Eh?

¿Eh?

de la malignidad de los objetos de uso común

Hay objetos de uso frecuente que por algún misterio de la naturaleza desaparecen siempre que los necesitamos. Cuando nadie los busca están ahí, enrostrándonos su presencia, a todas vistas inútil... Pero basta con que a uno se le ocurra la desdichada idea de utilizarlos y ¡paf! ya nadie los encuentra. 
No sé si son duendes, espíritus, o simplemente el caos que nos reina el cerebro, pero cada vez que quiero usar estas cinco cosas, nunca están donde deberían.
Para mí que lo hacen de malvadas nomás. Si no, no se comprende. 

1- Las llaves
Las llaves jamás estarán en ese lugar que una ha designado en su casa como "el lugar para las llaves". Tampoco las encontrará en la cartera, que de golpe y porrazo se ha convertido en un saco sin fondo.  
Las llaves tienen patas, alitas o ganas de joder... para mí que cuando ven que las vamos a buscar empiezan a reir y se ponen a jugar a las escondidas.  Son malas las llaves... sépanlo.


2- El teléfono inalámbrico
Fue inventado para comodidad del usuario. Lástima que el usuario lo deje siempre tirado en cualquier parte.
Como las llaves, jamás estará ni remotamente cerca de la base. Tiene la particularidad de esconderse entre los resquisios de los sillones, debajo de acolchados o cualquier otro elemento mullido, lo que aumenta la dificultad para encontrarlo, porque el timbre se ensordece hasta convertirse casi en inaudible.
Volvamos al teléfono con cable laaaaaargo. Que además de ser fácil de seguir, queda muy super vintage hippie chic.
 
3- La birome
Esa que estaba al lado de la base del teléfono. Que estaba ahí para que uno pudiese anotar  cosas importantísimas. 
Esa que nunca está ahí, o que si está no funciona.
Esa... ¡maldita birome!

4- La pinza de depilar
Está bien, no es un elemento de uso tan frecuente, pero es igual de desaparecedor. 
Una tiene que salir y quiere estar por lo menos presentable. Entonces se mira al espejo y se da cuenta que tiene las cejas de Raquel Mancini o los bigotes de Frida Kahlo. 
Después de gritar y mientras filosofa sobre la inaprensibilidad del tiempo y la tasa mensual de crecimiento del vello facial, una corre al baño a buscar la pinza salvadora.
Lamento comunicarle, señora Frida o señora Raquel, que la pinza jamás estará allí, por más que una de vuelta la casa.
Ahora que volvieron los 80... que volvieron los lentos, ¿volverá la cejota?

5- Las velas
Están ahí, estorbando entre los utensillos de cocina, tiradas en ese cajón donde va a parar todo lo incategorizable de la casa.
Si se es más ordenado, estarán allí, en ese lugar especial que uno le asignó para poder encontrarlas facilmente.
Estarán allí, con su textura suave y su color amarillento. Con su pabilo rebosante de esperanza (?)

Estarán allí... hasta que se corte la luz.


asombro

Todavía no puedo creer que mi madre no me haya llamado para preguntarme
dónde vamos a pasar las fiestas este año.

¿quién dijo que es fácil?




Tuviste un bebé, ¿y ahora?
Entre la infinidad de cosas que los padres deben aprender cuando se enfrentan a esta nueva etapa, hay una importantísima y exclusivamente femenina: dar la teta.
Esta campaña hace foco en ese aprendizaje, que dura aproximadamente 6 semanas, y ponen de relieve un hecho simple, pero que muchas veces no se toma en cuenta por las madres primerizas,  superadas por tanta situación desconocida: uno no nace sabiendo ciertas cosas, entre ellas, amamantar. Y hay que tener paciencia.

La campaña se completa con una serie de afiches y una página web.  Allí hay  testimonios de mujeres, información sobre el tema y una sección de preguntas y respuestas que aclaran las dudas de las madres perdidas.  

Porque dar la teta es un momento único entre madre e hijo, pero nadie dijo que fuera fácil.



 




¡esto es una barbaridad!

Una gotita pervertida te vende el detergente, un señor con cara de tonto te obliga a que escupas un chicle o te atendrás a ciertas consecuencias, una señorita hecha de ropa te mira seductora para venderte un suavizante...

A ver, genios del marketing... ahora que todo es superconcentradoqueteduraunaeternidadporelmismoprecio
¿a nadie se le ocurrió hacer el fin de semana larga duración?

No hablo de un fin de semana largo. El fin de semana larga duración es uno común, pero que el domingo a la noche nos deja el sabor de haber durado muchísimo más que los dos días rasposos que le corresponden por convenio colectivo.

Les quiero comunicar, señores que se encargan de inventar cosas como los feriados, las vacaciones y los días de descanso, que los fines de semana últimamente rinden cada vez menos. No sé con qué los están haciendo, la verdad.

Espero que hagan algo. De lo contrario me comunicaré con la radio más a la derecha que encuentre y gritaré a voz en cuello que así está el país por gente como ustedes, que nos venden fines de semana demasiado fugaces.


Yo pago mis impuestos, ¡caracho! ¿Acaso mi plata no vale?

Saludos a todos los que me conocen, la radio está re bue-na.

el mundo se divide (apartado musical)

entre  
los que mueven el piecito al ritmo de la música
y los que no

 entre 
los que saben chiflar
y los que no 

entre 
los que leen las letras en las tapas de los cd mientras escuchan música
y los que no

entre 
los que siguen comprando cd's

y los que no



caprichos de reina



Excelente película y mejor música.
Tema de viernes, ¡para mover las pelucas!

duda existencial

¿por qué será que a la humanidad le cuesta tanto 
cambiar el rollo de papel higiénico cuando se termina?


Es una pregunta que ni el mismísimo Aristóteles pudo responder (en especial porque no tenía la más pálida idea de lo que era un rollo de papel higiénico)

antihéroe con guitarrita (y aplausos de fondo)



soy asno, "guitarrita" tiene nombre propio.
me sale charango, pero no.
quizás alguien me desasne. 
si no, seguirá siendo "guitarrita"

de tarántulas y de pecas

Mi voluntad hizo varios intentos infructuosos. Pero la pobre nunca tuvo la fuerza suficiente para lograr que yo hiciera algún esfuerzo.
Me lo recomendaron unas ocho-mil-mishones de veces con cara de superación, de lástima o de miedo.
Odio, me rompe soberanamente la paciencia escuchar la frase "¿y no pensaste en hacer terapia?" No me interesa de quién venga.
Sí, lo pensé, y depués me olvidé.  O me hice la tontita. No preguntes. Mirate al espejo. Dejame vivir.

No creo en Dios, ni en los psicólogos. Prefiero que me analice la tintorera de la esquina que todo lo deja blanco, blanco.

Por eso, le voy a dar una utilidad más a este blog: dejar que me analice el primer comentariasta que pase.

Hoy soñé que iba a natación (cosa que no hago hace un año) y mi profesora me obligaba a hacer la plancha y colocaba sobre mi cuerpo flotante una tarántula del tamaño de un fitito.
Me acuerdo y me da escalofríos.
Me decía que era un ejercicio de concentración o algo así.
Y yo, muy obediente, soportaba la prueba con estoicismo.
Acto seguido salía de la pileta, y me miraba las piernas (yo, no la profesora). Con sopresa descubría que tenía la piel repleta de pecas, una al ladito de la otra. No me quedaban mal, pero esas piernas no eran mías.

Después me desperté y cambié de sueño. Pero eso ya es para otra sesión.

Sigo sintiendo la tarántula caminando por el pecho. Necesito ashuda.

temporada

Bienvenidas las frescas notas de naranja sobre suave colchón de hojitas de yerba.

Es decir: hoy queda inaugurada oficialmente la temporada 2009-2010 de tereré para el desayuno.

Y del té frío, y del frapuchino...



Digo yo, ahora que hay una cafetería moderna cada dos cuadras, de esas que venden cinco quintillones de tipos de café a diferentes temperaturas, ¿por qué no lanzar la venta de tereré al paso?, para refrescar la garganta de la dama o el caballero, una tarde de calor agobiante cualquiera. ¿Eh?

un lunes cualquiera

Hoy me quedo con la redacción de este spot, de esos que las marcas realizan para que se nos ponga el alma de gallina.
Marcas que siguen siendo marcas, que son empresas, que a veces nos ponen la piel de gallina pero por otras cuestiones.
Hoy me quedo con la redacción, no con la marca.

Y porque el calendario dice que es lunes. Un lunes cualquiera.






Un lunes cualquiera nos despertamos,
hacemos un par de cambios, recuperamos el tiempo, lloramos.
Un lunes cualquiera nos detenemos, nos entendemos, encontramos la fórmula... y acertamos.
Un lunes cualquiera corremos un riesgo cualquiera.
Lo hacemos por los otros, que es lo mismo que nosotros.
Porque todo rima un lunes cualquiera.


“y ¿cuándo comenzaremos a vernos con los demás,
desayunados todos,
al borde de una mañana eterna?”