Uno está en una clase, conferencia, seminario, o dígale como quiera. La cuestión fundamental es que en ese lugar hay un grupo de gente dividido: unos vendrían a ser los que saben, y los otros los que van a aprender.
No importa cuánto de verdad haya en esta afirmación. Si uno está en una clase, conferencia, seminario o póngale workshop si le suena más fino, hay una regla tácita que dice "esos, con los cartelitos con el nombre son los que vienen a decir algo que estos de más acá no saben o conocen menos".
Y llega un punto en este tipo de reuniones humanas en los que los señores de los cartelitos y el micrófono dicen una frase mágica. Una frase que tiene un solo significado y sin embargo nadie entiende. Y no importa en qué idioma sea dicha. Nadie la va a entender nunca.
Si no, ¿cómo se explica que cuando los que están ahí porque saben dicen "alguien tiene una pregunta", los otros (que se supone que saben menos), en vez de realizar la susodicha pregunta, opinan, disertan sobre su propia concepción del universo, le soban las medias al que tiene cartelito, saludan a los presentes o se limitan a decir cuán de acuerdo están con todo lo dicho?
Lo anterior es una pregunta. Ahora necesito alguien con cartelito.
Creo que muchas veces les interesa opinar, o hacer saber sus conocimientos, los que tengan... al resto, que sacarse una duda, me parece que la gente anda necesitando hacerse notar...
ResponderEliminarY las pocas preguntas que se hacen tienen el preámbulo más infame nunca escuchado, odio la gente que sobreactúa en esas situaciones. Si leiste las bibliografías completas de adorno y horkheimer a los 7 años, tenés que estar dando la charla PELOTUDO no haciendo alarde de tu inteligencia, GIL.
ResponderEliminarperdón, me saqué.