¿rosa o celeste?

Tarde de domingo. Asado entre amigos. Las únicas dos madres del grupo charlan, porque son las únicas dos madres del grupo, de otra manera estarían sentadas en los dos extremos opuestos de la mesa.
Yo, estoy cerca, pero no me inmiscuyo. Las conversaciones sobre mecoño, pañales y mamaderas a las 3 de la mañana me son absolutamente misteriosas.
Sin embargo, en un momento, escucho un diálogo que me subleva.
De pronto no me importaría clavarle un tenedor en el ojo a una de ellas.

El diálogo es el siguiente:

 Madre de Niño dice: 
- Ay, qué linda que está tu hija.-  Y hace una pregunta sobre algún pormenor que no entiendo.
Madre de Niña le responde:
- Gracias. La verdad que es divina la gorda, y por suerte se porta re bien.
Se hace un pequeño silencio, que dura una milésima. Suficiente para que la otra mire a su hijo, que corre por ahí, y sonriendo de oreja a oreja, diga con voz de pito:
- Seh... igual es mucho más lindo tener varones.

WTF????

Quizás fue sólo una forma retorcida de competencia, y el día que esa mujer tenga una hija, a fuerza de vivir, aprenda que puede ser una experiencia diferente, pero igual de linda.
O no.
Y entonces la que sacará sus conclusiones será esa niña, que a fuerza de vivir, quizás termine  por afirmar que siempre es mejor el varoncito.

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Piiiiiiiip