Me gusta el fútbol. No llego al extremo de ver partidos de nacional J, como concubino, que se apasiona hasta las lágrimas con Indefensos de Morón vs. Atlético MarChiquita, pero me gusta mirar un par de partidos por fecha cuando hay campeonato, y disfruto mucho del mundial.
Entiendo bastante del tema, sin embargo, hay cosas que exceden lo estrcitamente futbolístico, y que me generan algunas dudas, a saber:
Déjeme decirle que ponerse el mismo traje, camiseta o calzón no es cábala, es roña.
Las puetadas y gritos de toda laya que algunos televidentes direccionan hacia la pantalla, ¿llegan mágicamente a oídos de los jugadores? Porque a los oídos del resto de los presentes llegan perfecto, y son insufribles.
Si el hincha cabecea un centro imaginario en el living de su casa, ¿Messi hará lo propio? ¿Existe algo así como la telepatía muscular?
Y si perdemos: duelo
nacional. Escucharemos frases del estilo de "somos unos perros", "yo
siempre dije que este gordo era un inútil" y así.
Todo lo cual se
repetirá en el partido siguiente, y en el otro, y en el otro.
¿Los argentinos, somos
bipolares o esquizofrénicos?
¿Es necesario que Roberto Giordano vaya al mundial a desperdigar estupidez, palabras sin sentido y caras de imbécil? En serio ¿es necesario?
Y por último, y más importante:
Ahora que todos van a hablar del mundial, ¿podremos evitar la cara y el leguaje deformes de Ricardo Fort las 24hs del día por cadena nacional?
Mirá... yo se que todos tus razonamientos son muy válidos... pero a mi nadie me saca el cargo de conciencia cada vez que me siento a mirar la selección y pierde como en la guerra....
ResponderEliminarDebe ser mi gran complejo de omnipotencia...