qué fantástica, fantástica esta fiesta

Aunque el muchacho entrado en años se peine de coté para tapar la incipiente huída de sus cabellos del hogar craneo-encefálico, la edad traiciona. 
Por más tintura y crema reafirmante que la señorita se unte por todo el cuerpo, las décadas salen a pasear solitas en cuanto te descuidás un poco. 
Y la fiesta, oh la fiesta, es el lugar más apropiado para ello.

Se ne nota, se te nota, se te caen varias sotas... 
Cuando salís bailando como loco si el DJ pasa "Saca la mano Antonio", 
y sabés perfectamente quiénes son Las Primas  y  Rafaela Carrá, mientras los invitados más núblies creen que se trata de dos tenedores libres. 
Porque a las 2 de la mañana bostezás como una morsa de la costa atlántica, encallada en una roca, sin esperanza alguna de volver a mover los miembros,
o a los cinco minutos de baile te sacás los zapatos porque te matan los juanetes.
Cuando el sudor te corrió tanto la capa de maquillaje que parecés Freddy Krueguer.
Y si suenan "los piratas" saltás en ronda con otros dos mamertos en una pista de baile desierta, mientras el resto los observa con un poco de pena (porque lo único que a ese grupo le queda de piratas es que uno está ciego de un ojo y otro se quedó rengo)
O porque sos el primero que arma el trencito, que más que ser de la alegría se parece al tren fantasma. 

Y sobre todo, porque a la mañana siguiente sos un trapo de piso, por más que la fiesta, oh la fiesta, haya terminado mucho antes del alba.  

 

2 comentarios:

  1. ay..que horror, me pasa todo eso, y tengo veintidoce recien (?)
    yo no sirvo por dos dias despues de un casorio, cumple, evento, lpm

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  2. tristemente cierto... y tristemente me pasan varias de la cosas que decis...

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Piiiiiiiip