teenangels

Tengo que admitirlo. A pasitos de la treintena me encuentro con más y más asiduidad pensando cosas dignas de mi madre. No hay nada que hacerle, estoy vieja... vieja y chota.
Los púberes imberbes me inflaman la paciencia. Tienen una facilidad para provocar la germinación de mi poroto intolerante que ni te cuento. 
El fin de semana estuve rodeada de algunos especímenes.
Y estuve a punto de ahogar a una sumergiéndole la cabeza en el inodoro. No es que me haya hecho algo. Esa era la única manera de que saliera del baño, donde pasó tres cuartas partes de la tarde frente al espejo. El tiempo restante lo utilizó para sacarse fotos, inclusive con mi perra, a la que perseguía y retenía mientras hacía muecas frente a cámara. Debo suponer que la pobre se ha convertido en un perro flogger.
Creí que la susodicha era mudita, pero me equivoqué. En cierto momento abrió la boca para emitir un chillido ensordecedor dirigido a su madre porque no la quería llevar a no sé dónde. Pataleó, lloró y aulló como un animalito a punto de ser degollado. Y la madre... nada.  Y el padre menos que nada.
Ahí me germinó el poroto.
A tono con esta situación, días atrás viajaba en un transporte público e intentaba leer. Intentaba, porque detrás mío se apropicuaron dos adolescentes tardías cuyo tono de voz superaba al ruido del motor del bondi. Entre la multitud de "tipo que" y "bolah" que proferían, una llamó a la madre para pedirle que le preparara la comida. No, me corrijo, le exigió que lo hiciera. Quería milanesas. Con ensalada. 
"Hacete una ensaladita. ¿Cómo que no hay? ¿Tomate no haaay? ¿Y rúuucula?"
Yo no sé si los progenitores se cansaron, no les importa, o qué. Pero -y aquí viene el viejachotismo- cuando yo tenía esa edad, si llegaba a hacer ciertas cosas se armaba la de san quintín. O, en una frase de manual: esto en mi época no pasaba. 
     

7 comentarios:

  1. en la mía tampoco.... jajaja!! sobre todo la de sacarse fotos para el fotolog!!!

    y tenés razón... cuando menos nos descuidamos terminamos como nuestras madres... taquelotiró!!!

    ResponderEliminar
  2. cómo vas a dejar un adolescente entrar en tu casa??? WTF

    ResponderEliminar
  3. jajaj es tan cierto, me siento igual que vos. Lo peor es cuando las chicas hacen puchero o ponen la boca como para tirar un beso cuando se sacan fotos...

    Esto en mi época no pasaba....

    ResponderEliminar
  4. odio a los adolescentes desde lo más profundo de mis entrañas

    ResponderEliminar
  5. Soledad Debe ser una cuestión de genética. Pero, aunque diga las mismas cosas que mi madre, a ella ¡se lo negaré a muerte!

    MyN Yo no dejé entrar adolescentes a mi casa, ¡Dios no lo permita! Estábamos de visita, con lo cual no podía echarlos a las patadas porque iba a quedar flojo.

    YESS Sisisi. El puchero me saca de quicio. ¿Y cuando hacen "muaaa" cuando para saludarte con una beso? Las ahorcaría con sus propios cabellos.

    Jaja, ¡eso es tener las cosas claras!

    ResponderEliminar
  6. Yo lo que mas odio es que tengan un cuerpaso que la pario porque? porque?

    ResponderEliminar
  7. Anónimo No se preocupe, el tiempo todo lo puede ;)

    ResponderEliminar

Por favor, deje su comentario después del tono. Le responderemos cuando podamos, y como podamos (lo que generalmente será peor de lo que usted espera).

Muchas gracias por su mensaje.

Piiiiiiiip